Canción para acompañar el texto: Chamula - Sonido Gallo Negro
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Tu cerebro funciona de maneras muy extrañas, chingonas, pero
muy extrañas. Muchísimas veces has volteado a ver el cielo y en las nubes
descubres figuras, mismas a les que das una asociación que ya tienes preconcebida:
un rostro, un animal o un objeto, y así te le quedas viendo a esa nube con
forma de dragón –a la que adoptaste y nombraste como Yoshi- hasta que su
silueta se desvanece gracias al viento y te entristeces porque Yoshi te abandonó,
para luego darte cuenta que después de tu dragón distingues otra forma y así te
la llevas hasta que dejas de hacerlo porque piensas que eres esquizofrénico.
Calmao, solamente es que tu cerebro funciona de maneras muy extrañas,
chingonas, pero muy extrañas.
Se le llama pareidolia al fenómeno psicológico que le
permite a tu mente interpretar imágenes, patrones y sombras como caras o
figuras. Puedes agradecerle a tu cerebro cuando de la nada aun medio dormido
abres un ojo y te asustas con la camisa que dejaste colgada en el espejo y
piensas en el espectro que se aparece en tu habitación. Dentro de tu bellísimo
encéfalo –el cerebro’mbeeee-, en el área 37 de Brodmann para ser precisos, existe
una elevación llamada giro fusiforme, encargado del reconocimiento facial, y
gracias a eso puedes distinguir en chinga loca muchas cosas, incluyendo las que
no son reales.
Algunas ejemplificaciones al respecto además de las ya
mencionadas nubes o la ropa, se dan mucho en las montañas o zonas rocosas,
tanto así que los locales del lugar acostumbran nombrar a esos territorios
debido a la forma que asemejan: El Cerro de la silla en Monterrey o la segunda
montaña más alta del país y volcán inactivo, el Iztaccíhuatl, del náhuatl: iztac
= blanco, cíhuatl = mujer, ya que asemeja una silueta de mujer.
Las constelaciones son otra demostración de dicho fenómeno, cuando los antiguos
pobladores de este planeta agruparon asterismos, que son los patrones de
estrellas que se pueden distinguir desde la tierra, aseveraron gracias a su
estudio astronómico que dichos patrones formaban animales y ahí tienes que la
estrella que más brilla en la constelación del toro es Aldebarán -simón, como
en los Caballeros del Zodíaco-. Los Mexicas incluso tienen la leyenda del
conejo estampado en la luna llena, y sí se ve, la Netflix.
Otra manifestación común es que ves caras en los coches, tranquilo mi Rayo
McQueen, no hablamos de la película de Cars; y llámame loco, pero a mí los
Beetles me parecen automóviles muy sonrientes y los Corvette Stingray me
parecen más enojones, como que les debes una feria y no les has pagao. Es más
ya hasta te acordaste de aquella vez que les ibas agarrando cara a los carros
después de que te abandonara Yoshi.
Para agregar una situación más te aseguro que has escuchado a gente que lleva
estas manifestaciones a lo sagrado, afirmando que en su pan tostado o en la
humedad de su pared tuvieron una aparición divina.
Y la verdad es que pasa en todos lados, vemos rostros en los
enchufes eléctricos, en las frutas y verduras, zapatos, maletas, edificios, árboles,
lo que sea; mira, tú por ejemplo, sí, tú que estás en el baño leyendo esto,
voltea un ratito a ver los azulejos, igual y te topas con una palabra o con un
rostro; sabes qué, mejor no lo hagas porque luego cada vez que entres al baño
no vas a dejar de verlo.
Si quieres tratar de hablarle a Jaime Maussan porque viste
un OVNI, permite que te diga que este fenómeno no es exclusivo de la visión,
sino también del oído. Por eso te asustas masheen cuando vas al Oxxo y escuchas
un ruido pensando que te va a atacar un perro, pero nel, era nomás el viento
moviendo las hierbas que no han cortao.
Misma situación cuando tu cerebro decide interpretar en tu
idioma alguna frase que haga sentido cuando escuchas canciones en otra lengua,
bueno a veces en la tuya también.
¿Recuerdas al pingüino Rodríguez? Pues la canción de Christopher Cross dice: I think we’re gonna make it. No,
tampoco en Is this love? Bob Marley dice: agua en el hoyo, sino I wanna love
you; y mucho menos en In the end de Linkin Park dice: anda al sofá de Miguel,
entonces vino el mago, lo que realmente dice es: and got so far, but in the end
it doesn’t even matter.
Ya estamos desvariando mucho, mejor vámonos a comer. Ojalá que no te salga la
cara de Yoshi en tu milanesa empanizada.
Texto: Jesús Cáñez
Imagen: Google Images
Video: Chamula - Sonido Gallo Negro / YouTube
Imagen: Google Images
Video: Chamula - Sonido Gallo Negro / YouTube
@Ochosieteuno_